Ya sé qué podemos hacer para arreglar este país. ¡De nada! Miren, un chamaco va a la escuela, en una escuela privada de 7 u 8 de la mañana a 2 de la tarde, 6 o 7 horas. En una escuela pública 4 horas y media. ¡Cuatro horas! Apenas estás dejando al chamaco y ya lo tienes que recoger. Son por día dos horas más, a la semana 10 horas más, al mes 40, y así lo sumamos por todo lo que de la educación hasta secundaria. Es muy sencillo, todas las escuelas públicas deberían de ser escuelas de tiempo completo que garantizaran no un alimento, sino dos alimentos al día. Eso incluye pagarles más a los maestros porque se avientan doble jornada laboral. Y dirán, pero es un dineral. Pues sí, pero ¿qué no hemos ahorrado mucho porque ya no hay corrupción? No solo garantizas que chavos independientemente de la escuela tengan las mismas horas de preparación, también que el estómago vacío no sea un factor que determine el éxito en el aprendizaje, y esas horas que los tienes en la escuela, los alejas de la calle, de la violencia, las drogas y el crimen organizado. ¿Qué mejor apuesta puede haber que nuestra infancia?
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Y luego, otro tema, hay que arreglar las escuelas. ¿Sabían que la infraestructura escolar está relacionada con la deserción? Si tu escuela está en malas condiciones, tienes más probabilidades de dejar tus estudios a medias.
Ayer se otorgó un amparo que obliga a la SEP a mantener el programa de escuelas de tiempo completo, pero la SEP respondió que va a apelar. Pero ojo, el diablo está en los detalles. Que el programa desapareció, pero pasó a otro programa que se llama La Escuela es Nuestra que da los apoyos directos, y entonces ya la escuela decide si le paga a los maestros para que se queden más tiempo, los usa en pintura e infraestructura o para comidas de los chamacos. Y que, de 27 mil escuelas, tendrán ahora, 113 planteles beneficiados… pero no dice que esos serán de tiempo completo, solo que esos recibirán apoyo para usar como quieran.
Una investigación hecha por Dalila Sarabia y Data Cívica, encontró, por ejemplo, que hay estados en donde se ha repartido lana a más escuelas… de las que existen. Seguro es un problema en las cuentas. Y que si uno quiere saber cómo se ha usado la lana en cada escuela, pues tiene que ir a preguntarlo escuela por escuela.
Y luego no falta quien empieza con… “ay pues si tienen hijos háganse cargo”. Es una obligación del estado garantizar el derecho a la educación, a la alimentación y la seguridad. Las escuelas pueden ser todo eso, y más.