Hablemos de lo que está pasando en Texas. No, no me refiero a como nuestros paisanos están manteniendo a flote el país. Aunque también podríamos agradecerles. Por mantener el país y por comer chilli con carne como si tuviera algo de mexicano.
Lo que está pasando en Texas tiene que ver con pasos en reversa en materia de derechos. Una ley, que comenzó a surtir efecto desde ayer, prohíbe la interrupción del embarazo después de la sexta semana. Es importante mencionar que hay mujeres que, en la sexta semana, ni siquiera saben que están embarazadas. Digamos que la semana seis es cuando todavía te preguntas ¿conté bien? ¿apunté su teléfono? ¿cómo se llamaba?
Un poco de historia. La regulación sobre el aborto en Estados Unidos tiene el antecedente de un caso que llegó hasta la Corte Suprema. Una mujer, embarazada de su tercer hijo, que buscó abortar y el estado de Texas, se lo prohibió. Así que llevó su demanda hasta la corte, que para cuando se terminó de resolver, el niño tenía ya 3 años de nacido, que como dato al margen fue dado en adopción.
Lo que la corte definió las legislaciones locales, y dividió el embarazo en 3 trimestres. Durante el primer trimestre, el aborto no es un asunto que le competa al Estado, solo a las mujeres y pueden abortar. Durante el segundo trimestre el estado ya mete su cuchara y requiere condiciones razonables que pongan en peligro la vida de la mamá para poder realizar un aborto y durante el tercer trimestre, no hay manera a menos de que la vida de la mamá esté en riesgo. Y fue más o menos, así como funcionaba.
Esa decisión dividió a Estados Unidos entre proaborto y antiaborto. Pero esta nueva ley, habla del “veto por el latido”. Quiere decir que a partir de que se puede detectar latido fetal, el aborto está prohibido, y lo establece después de la semana 6, ni para mujeres víctimas de violación. Aunque hay médicos que se han opuesto diciendo que lo que se escucha no puede ser comparado con el latido de un corazón, porque no tendría manera de sobrevivir fuera del cuerpo de la madre.
Pero lo interesante y peligroso de esta ley es algo más. No busca que el estado persiga a quienes practiquen un aborto, sino que busca, e incluso incentiva para que sean los mismos ciudadanos quienes persigan legamente a otros ciudadanos por facilitar un aborto. Si los demandantes ganan el juicio, pueden cobrar 10 mil dólares. Los datos dicen que el 85% de las mujeres que deciden terminar su embarazo están sobre la semana 6. Y además como las leyes pegan más a quienes menos tienen, afectaría más a mujeres afroamericanas y latinas que de por sí tienen ya complicado el acceso a los servicios de salud.
Por supuesto que los republicanos celebraban la aprobación y entrada en vigor de esta ley. Mucho tendría que preocuparse un país cuando a la gente se lo pone un precio en el cuello para que ciudadanos persigan legalmente a otros ciudadanos. Lo que no deja de ser curioso, es que aquellos que dicen trabajan en nombre de proteger las vidas de los no nacidos, son el mismo grupo de personas que difunden teorías de la conspiración para evitar que las personas se vacunen.
¿Por qué es importante lo que pasa en Texas?
Porque es otro ejemplo más que en materia de derechos también se puede caminar hacia atrás. Porque muchos de los que hoy mantienen a flote este país están de ese otro lado del Río Bravo y porque si ves fuego en la casa de tu vecino ¿Qué tendrías que estar haciendo tú?