Cajeme desde hace dos años se encuentra desolado por la lucha criminal por los grupos los “Primis” y los “Salazares” que, son células del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva. Hay un tercer grupo con presencia registrada que es el Cártel Jalisco y este cóctel para la tormenta perfecta ha desatado una ola de violencia imparable en Sonora.
Una situación que rebasa a la policía
“Por monitoreo de fuentes abiertas, sabemos que ciudad Obregón tiene un promedio de 3 homicidios diarios y es una situación que rebasa a la policía y a cualquier fiscalía. Hace un par de semanas, los policías municipales de Cajeme presentaron un amparo para que la federación se hiciera cargo de la seguridad cívica. A pesar de que ya hay presencia de la guardia nacional, no sólo no ha tenido efectos en la incidencia delictiva, sino que además les ha traído problemas adicionales”, explicó.
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Plan de protección de candidatos
“Este asesinato es muestra de que el famoso plan de protección de candidatos que había propuesto el presidente López Obrador no está funcionando y en ese sentido era un programa polémico porque parecía que era un programa para investigar e intimidar a candidatos más que para protegerlos. También la austeridad le dio en la torre al presupuesto para la protección de funcionarios que todavía lo necesitaban años después de concluirse el cargo”.
Lo que está en juego en este proceso electoral es la autenticidad en elección porque es la propia delincuencia la que a través de estos actos de intimidación elimina opciones, oportunidades de transformación. Al final ya no es la ciudadanía la que está llevando las elecciones a buen puerto si no que es la delincuencia.
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